“Acompáñenme sus señorías por este largo y tortuoso camino. Desconsolado las más de las veces, comparto mi pan y mi vino con las más aviesas alimañas”
Fray Jacobus Maltes
Fray Jacobus Maltes
Descubrir los signos que otros nos dejaron a lo largo de la Ruta, significa para muchos el verdadero Grial de nuestra vida. Acertar los caminos a tomar, depende del criterio y el ideal que acompañen al Peregrino.
Haciendo camino descubrí, que los compañeros se hacen sin embargo amigos, pero en cuanto el horizonte vislumbra tempestades, el sayo es la única salvaguarda. En los signos encontré, notables remedios para mis dolencias espirituales, el mal de la desconfianza emponzoñaba mis entrañas y vivía solo con reiterados recuerdos, pero una tarde de primavera, el Sol calentó para siempre mis mejillas, transformando mi mueca en risa. Quiso el Rey Sol que su luz fuese la mía.
No soy Maestre, ni Senescal Templario, tan sólo soy otro Peregrino más que anda en busca de su Ruta repleta de signos sin descubrir, invitadme a un trago de buen Mauro y recitaré para vuestras mercedes las coplas del de Berceo.
“Quiero fer una prosa en roman paladinoEn qual suele el pueblo fablar a su veçino”
Hasta aquí puedo ahora deciros de mí a vuestras mercedes, ahora espero que por la noble causa de representar a un Pueblo, seamos todos dignos de su fe. Andemos pues en busca de la Urna de la Gobernabilidad, y que el camino sea honesto y digno para quien os sustenta con su confianza. Tomaremos la Compostela y apuntaremos en ella cada una de las promesas que se efectúen a lo largo del camino, anotado quedará “per secula seculorum” (Continuará)
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