¿Y QUÉ SÉ YO…?

¡Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido ...

Fray Luís de León (Vida Retirada)

¿Saben ustedes? La evidencia es más que notoria y no hay nada que objetar. Ahora es momento de ferias y playa. Ya el tiempo dará audiencia e impartirá justicia, tan sólo el tiempo nos pone a todos en nuestro sitio, aunque a veces, mientras transcurre, el dolor de la infamia se muestra correoso y terco con nuestra dignidad.
Vivir retirado del discurso político trae consigo paz espiritual, claridad de información, ausencia de dolores de cabeza y algunas botellas de tinto de más, pero es saludable.

Acompaña más la soledad de los libros que el camino en solitario que recorrieron algunos arrastrados por una extremada euforia. No juzgo a nada ni a nadie, pero conviene que se tome buena nota para en un futuro no cometer los mismos errores. ¿Dicta cátedra esto que escribo? ¿Y qué sé yo? No soy más que un pobre y empírico eremita apoyado en esta columna que aparece y desaparece. No veo ni escucho más que lo que así deseo. Miento si digo que miento y soy sincero si afirmo que escribo en sueños, pero que por mi libre albedrío elegí retirarme del mundanal ruido, eso, eso si que es cierto. Ahora vuelvo a dejaros, marcho a lugares donde mi imaginación vuela entre aromas de pucheros. Soy feliz en mi cocina y así quiero seguir, cocinando para mis amigos, charlando de nuestras cosas sin escribir páginas de oro en la historia de nadie, tan sólo vivir y soñar para ser soñado.