Miren, que quieren que les diga, las Ferias son para mí, pues eso, un ratito, y eso es ya mucho decir. Con lo que ha sido uno, con las Ferias de Regla que engrosan el currículo vital de este eremita, claro que ahora si me alegro por algo, es por el “status quo” del emplazamiento, por volver a degustar los mejores botellines de la comarca, empañados lo justo. Gambrino contempla helado, como se vierte la sabia transmisión de los monjes germanos, en los gaznates paganos de fieles y más fieles sin ningún rubor, frente al Santuario Franciscano de los Monjes de Regla, allí, en el Kiosco de otra Regla que no compite en fama con la anterior, pero si en devoción por sus botellines…
“La Cruzcampo” debería rendir homenaje a esta Maria Magdalena que hoy enjuaga nuestra sed, como la otra hizo con su vida al encontrarse con el hijo de la que en esta semana veneramos. Bien sabe Dios que no es mi intención herir susceptibilidades, tan sólo quiero transmitir mi deseo de fiestas en armonía para todos y todas, respeto al entorno religioso y natural, y eso si, esta fiesta ya tiene la sal necesaria que le aporta su gente, no pequemos de salar en exceso, todos sabemos que perjudica la salud. ¿Qué tal unos pétalos de flores salpicando el camino de Regla arrojados por niños y niñas de blanco puro ataviados…? ¡Por todos los botellines de este verano! le dije a mi psiquiatra que estas pildorillas superaban con creces las anteriores.
“La Cruzcampo” debería rendir homenaje a esta Maria Magdalena que hoy enjuaga nuestra sed, como la otra hizo con su vida al encontrarse con el hijo de la que en esta semana veneramos. Bien sabe Dios que no es mi intención herir susceptibilidades, tan sólo quiero transmitir mi deseo de fiestas en armonía para todos y todas, respeto al entorno religioso y natural, y eso si, esta fiesta ya tiene la sal necesaria que le aporta su gente, no pequemos de salar en exceso, todos sabemos que perjudica la salud. ¿Qué tal unos pétalos de flores salpicando el camino de Regla arrojados por niños y niñas de blanco puro ataviados…? ¡Por todos los botellines de este verano! le dije a mi psiquiatra que estas pildorillas superaban con creces las anteriores.

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