31/1/08

LOLITA

Lolita no es una niña perversa. Es una pobre niña que corrompen, y cuyos sentidos nunca se llegan a despertar bajo las caricias del inmundo señor Humbert… (Vladimir Nabokov)
Quizás este no sea el caso, pero me apetecía enormemente visualizar a nuestra anfitriona con uniforme escolar y calcetines blancos, recorriendo la triste redacción de periódico antiguo con los amanuenses de palacio volviendo su mirada lujuriosa, al paso grácil de nuestra musa de papel impreso. A mi Lolita, la quiero por lo que es, con sus aciertos y errores, de este modo aprendemos los Runrunes, tropezando y levantándonos de nuestras caídas, aunque a veces nos quedemos panza arriba esperando esa ayuda que nunca llega.
Lolita se hizo mujer al pairo del levante y las charlas de bodega, al rescoldo de las brasas con viajes de ida y vuelta, como ahora, que se va, pero volverá algún día como las Bailas que se fueron y volvieron.
Te haces mujer, coges vuelo y a nosotros se nos arruga el alma al verte partir. Las riñas ahora, a quién irán dirigidas, los comentarios sobre el moldeado de tu figura, el carmín de tus labios, los pantalones de cuadros y tu escritura… que se impregna de la ironía pantumaquil, la histórica pluma de Subiluima y la serena poesía del Eremita.
Te vas, y aquí nos dejas, estaremos como bien sabes a tu disposición y muy pendientes de ti. Esta columna se extingue hoy contigo, de este modo el retiro del Ermita será del todo austero y tú recuerdo aún más sincero.
Ojo avizor para el destino de nuestra Lolita, recibirla como a la princesa que es y sabed malandrines, que en estos pagos hay caballeros de triste figura dispuestos a batirse en duelo por semejante doncella.

No hay comentarios: